El mercado de Carpentras puede ser a día de hoy el mercado de trufas más conocido, en Europa y posiblemente del mundo. Se celebra todos los viernes por la mañana, desde mediados de noviembre hasta finales de marzo, en la Plaza Aristide Briand.
Aunque es un mercado famoso, sigue manteniendo su autenticidad, intimidad y silencio, creando una atmósfera única que todo amante de la trufa debería experimentar una vez en la vida.
El mercado data del 1155, y es el más antiguo de Francia. La trufa del Comtat Venaissin alcanzó su máximo nivel en 1909, cuando se vendieron más de 39 toneladas de trufas Ventoux, mientras que 13 empresas de Carpentras se encargaron de procesarla y enlatarla.
Aunque los suelos de la región tienen propiedades químicas y biológicas que dan a la trufa una calidad incomparable, las tierras del Comtat son menos prolíficas que hace unas décadas, por lo que la producción desciende cada año. En el invierno de 2017-2018, un año de baja producción, se vendieron 407 kg de trufas en los mercados de Carpentras.
Las trufas las guardan cuidadosamente en bolsitas y saquitos de tela, decoradas con hojas y cartelitos que las embellecen aún más, haciéndolas parecer auténticos diamantes negros. La fragancia de la tuber melanosporum llega a todos los rincones del mercado.
Las trufas de mayor calidad deben ser firmes, redondas, con una veta bien marcada y no excesivamente grandes. Cuando toca el silbato, los hombres y mujeres del mercado forman pequeños grupos, intercambian frases discretas, las balanzas aparecen y el movimiento de trufas comienza… pero todo limpio, preciso y justo.
En el botón que aparece a continuación se puede descargar el reglamento del mercado de Carpentras, traducido a español.
En la página web del ayuntamiento se pueden encontrar todas las solicitudes y formularios que hay que rellenar para poder asistir al mercado tanto como vendedor como comprador profesional.